Era pleno verano, y todas las almejas de Miramar comían bacterias y nutrientes de los soretes que tira el caño gigante en la playa cerca del vivero. Así fortalecían sus costras para poder soportar los fríos inviernos (igual en verano cuando iba de chico en febrero me recagaba de frío...). Es así que una de las almejas, en los últimos días de marzo, iba flotando en busca de un buen soruyo cuando una ola la arroja súbitamente contra la escollera, haciéndole trizas (mierda) la costra. La almeja, desesperada, cagada de frío, y con el culo en la mano por no tener defensa contra los cangrejos, nada hasta la orilla y empieza a caminar buscando refugio. Encuentra una de sus almejas amigas y le golpea la costra:
- NOC NOC!
- Quien es?
- Yo! Déjame entrar o moriré!
- Ni ahí! No hay lugar, sino tengo que sacar el televisor de adentro para que entremos las dos, y en un ratito arranca en cinecanal "Harry Potter y el misterio del Preservativo Defectuoso". No leí el libro, pero seguro lo reproduce fielmente como en todas las películas, asique jodete.
Sigue caminando, entristecida porque esa almeja había sido alguna vez su mejor amiga, cuando encuentra a su ex novio almejo:
- NOC NOC!! Al! dejame entrar, por favor! estoy muerta de frío!
- No me jodas, me dejaste por ese rugbier careta hincha de all boys, ahora chupala!
Decepcionada por tantas traiciones (lo del rugbier no fue tan así, ella estaba escaviada en una fiesta de egresados y no sabía lo que hacía...), se arrastra entre sollozos, cuando de repente ve a su almeja hermana:
- NOC NOC! Por favor! Déjame entrar!
- Por supuesto, eres mi hermana, entra.
Y entró y vivieron felices y en regocijo.
MORALEJA: Cuando la vida te de la espalda y todo te salga mal, te podés ir bien a la concha de tu hermana.
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