Todos creíamos que el simpático Matías San Esteban, amigo de la gente y fan de los mundiales y eventos populares, madrugaba para recorrer los campos de las zonas rurales aledañas en busca de alquileres para explotar con su siniestro contratista y amigo Jorge “el Malevo” Ferreyra. Su esforzada tarea, aparentemente consistía en recorrer tranquera por tranquera ofreciendo sus servicios a los dueños de los campos. Sin embargo, una investigación especial de Telenoche, habría demostrado que todo eso era simplemente una pantalla para esconder la verdadera fuente de sus ingresos: secuestrar niños en su camino a la escuela. Esta sería una explicación de porque pudo comprarse su Volkswagen Gol tan rápidamente, además de su incipiente cantidad de chombas Polo y camisas La Martina 0km. Sus delatores, quienes prefirieron permanecer en el anonimato bajo los pseudónimos de Delia Elvira de del Bustio y Cristian Scalise, explicaron el modus operandi de Matías:
- Sale a eso de las 6am de su loft de Monte Grande escuchando Lago en el Cielo en repeat, y tipo 7:30hs ya está por las escuelas rurales de Cañuelas o Máximo Paz. Siempre cambia el lugar, para no despertar sospechas a las corruptas policías locales– dice Delia mientras se come tres yogures– En cuanto divisa algún niño con guardapolvo caminando sólo por la banquina, se detiene con su aboyado Gol gris y, con el pretexto de alcanzarlo hasta la escuela, una vez que convence a la víctima y sube al auto, lo maniata y deja inconsciente.
Por su parte, Cristián explicó como funciona el resto del procedimiento:
- Sangre, me encanta! Ferreyra, el supuesto dueño de las máquinas cosechadoras, pone el aguantadero donde además de esconder a los niños secuestrados, llaman a sus padres solicitando como recompensa U$S10000 además de 3 grandes de napolitana y varias porciones de fáiná, porque ambos delincuentes son fanáticos de la pizza a la piedra. Los plazos que ponen son muy cortos, y para la hora de la siesta (que nunca dejan de cumplir, como buenos tipos del campo) ya tienen el dinero y la comida.
El futuro de las víctimas, según nuestros informantes, es muy aleatorio:
- A veces los dejan ir en seguida. Pero si ven que le interesa el tema del campo, lo torturan durante horas hablándole del problema de la soja, la falta de ganado y los distintos sistemas de riego. Matías a veces, deja en shock y con psicólogo de por vida a los pobres niños, enumerando una por una, e incluyendo su nombre científico, las distintas plagas que asechan a los cultivos- dice la gorda puta de del Bustio.
- Sus favoritos son la mosca de la fruta y la chinche de la papa, aunque según me dijeron, todavía no aprendió bien los distintos y conocidos por todos cortes carniceros- completa Cristián.
Recuerden pequeñuelos y dueños de pizzerías: el peligro no siempre se disfraza de negro cabeza; a veces también, de gordito agricultor.
Informó
El pelotudo de Santos Biasati
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