3 mar 2009

El Secreto Plan de la Municipalidad de E.E. - Parte 1

(De nuestro enviado especial)
Primicia de BEUN.

Han sido largas semanas de investigación; de permanecer bajo las sombras escarbando en busca de la verdad. Largas noches en las calles, dormitando en la escalinata de la Iglesia de Nuestra Señora, el dintel de la Escuela N°1 o incluso en el mismísimo Hall de la paqueta Municipalidad. Evadiendo peligros tales como borrachines en busca de la ansiada "moneda", linyeras peleando con los dientes por su lugar habitual de sueño y hasta tocadores de ganso incontenibles; obstáculos mínimos intentando alejarnos de la verdad, de develar los maléficos planes de la Municipalidad de Esteban Echeverría.

La sospecha estaba instalada desde la campaña política del actual Intendente. La fibra periodística que recorre este upite nos susurraba que las pancartas propagandísticas escondían algo; se ¿olía? en la mismísima foto del futuro intendente.
¿Sería la mirada perdida de alcóholico recuperado? ¿La nariz de ogro a lo Shrek? (no el homosexual estilo Fabbiani, sino algo más grotesca e infantil). ¿O era el espacio entre los dientes frontales, futuro túnel para el ramal Ascasubi de la línea 501 de colectivos?

Cual lechazo frénetico que se inserta en la cacerola hacia el preciado óvulo, salimos a la calle en busca de la verdad. Verdad que no pudimos encontrar en la Farmacia Rosada de Alem, en el McDonalds de Boulevard Bs. As. ni en la puerta del polirrubro bar-boliche-cabaret-restaurant "Recuerdos"; en todo caso, solo conseguimos una botella de laxante, una porción grande de papas fritas y un sopapo del personal de seguridad de Recuerdos.
De haber respetado el orden de los
hallazgos habríamos tomado el laxante ANTES de las papas fritas y la investigación no se habría demorado por un día entero en la letrina.
Pero la verdad
llega; tarde o temprano.

El vagar por el centro cívico hasta altas horas de la noche nos llevo a entablar conversación con el tragasable de la estación de servicio ESSO, ubicada en la coqueta esquina de Santamarina y Vicente López (en diagonal a la plaza central). Fue este curioso personaje quien nos puso al tanto de los extraños movimientos nocturnos que había en la Municipalidad: ingreso de camiones con su carga cuidadosamente cubierta, personal militar en trajes de seguridad e incluso un oso polar encerrado en una jaula.

Nuestro agradecimiento por tamaño dato nos obligó a huir espantados ante la propuesta de "uno sin globito" en el baño de
la estación de servicio.

A partir de aquí, la cosa se ponía fiera. Supimos que el siguiente paso sería infiltrarse en el edificio Municipal.
Un disfraz de perro San Bernardo tal vez nos daría el camuflaje necesario para conseguirlo.


-- CONTINUARÁ --

3 comentarios:

jm dijo...

de san bernardo?! a ver como sigue...

Anónimo dijo...

Me llamo Bruno Díaz (realmente) y no di mi autorización para este blog. exigo que lo elimines.

xD

Leo dijo...

No podés llamarte Bruno Diaz si firmas como Anónimo, Anónimo.

Este blog es re bien y re cheto, y en todo caso le roba a Bruce Wayne, no al culo roto y sudaca de Bruno Díaz. Parece nombre de albañil.